Oxitocina: Hormona del amor y la felicidad

Oxitocina: Hormona del amor y la felicidad

Todos tus sentimientos y emociones son el resultado de reacciones químicas tomando lugar en tu cuerpo. Esas reacciones son las responsables de hacerte sentir emociones negativas, como enojo y tristeza al igual que emociones positivas, como amor y felicidad.

La oxitocina es la hormona que por excelencia resulta esencial para la estabilidad emocional del cerebro, pero también es la encargada de combatir sensaciones de ansiedad, estrés o temores. La oxitocina es una hormona que se produce por la glándula pituitaria y su secreción es regulada por las células del hipotálamo que es una glándula hormonal que se encuentra en el cerebro y se encarga de regular y controlar cada una de las glándulas de nuestro organismo.

La oxitocina es una hormona que potencializa las relaciones sociales y se relaciona con el sentimiento de confianza y la generosidad en las personas llegando a ser liberada con un simple abrazo, con una caricia, un beso o una mirada casual. Es contemplada como el elemento químico que se libera frente a estímulos sexuales. Dentro del enamoramiento, el cerebro de las personas libera oxitocina, encargándose de estimular el centro de recompensa del cerebro con la intención de fortalecer la unión monogámica.

Esta hormona nos diferencia de los mamíferos, quienes no suelen tener una única pareja sexual.

La hormona es una especie de droga que se genera y mantiene por cumplir una satisfacción y atracción por alguien, por eso es que cuando los niveles de afecto se ven afectados, se habla de la disminución de los niveles de la hormona llegando a desatar padecimientos como la depresión.

Durante la excitación sexual, los nervios de los genitales envían información al cerebro a través de la médula espinal. Las células del cerebro producen dopamina, activando los centros del hipotálamo que estimula la liberación de oxitocina, incitan a las glándulas suprarrenales a producir adrenalina, y se produce un decapéptido, la GnRH (Hormona liberadora de gonadotropinas), que actúa sobre la hipófisis anterior controlando la secreción de LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona folículo estimulante) que estimulan la secreción de las hormonas esteroideas gonadales (testosterona, estrógenos y progesterona).

El hipotálamo (células nerviosas en el núcleo para-ventricular) estimulado por las hormonas esteroideas libera más oxitocina (retroalimentación positiva).

La oxitocina se libera desde las primeras relaciones sexuales entre una pareja, y posibilita que ambos tengan la iniciativa de comenzar una relación seria. A medida que la pareja tenga más relaciones sexuales, más fuerte será el vínculo entre los dos, y a su vez esta hormona alivia el estrés y fomenta la ternura, el amor, la confianza entre dos personas y el deseo.

Permite que queramos sólo a nuestra pareja, mientras que la liberación de la dopamina sólo implica el placer y el deseo sexual, sin reducirlo a una sola persona. Con esta hormona, alguien puede querer una relación sexual tanto con una persona como con otra, mientras que con la liberación de la oxitocina la fidelidad está muy asegurada.

La oxitocina incentiva a un hombre a ser más sensible y a demostrar más empatía con los sentimientos de los demás. Al ser liberada durante una relación sexual, crea un vínculo inseparable entre la pareja y rebaja las posibilidades de una infidelidad.

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